
Boda de oro
Cae la aurora fiel sobre la mano tibia
por los surcos nuevos de amor prometido
alumbra el compromiso perdurable
es lluvia, flor, relámpago y enigma.
parten sin destino las velas del sueño
por mares ignotos de presentimientos
auguran luceros, elíseos, rosales
águilas de asombro remontando versos.
Después el martillo de los días grises
rompe los ladrillos de la azul quimera.
Y un dolor callado moja las cenizas
que ayer fueron leñas para la promesa