La autopista
Están enfermos de euforia
Es la nueva autopista
Allá en fondo de sus intimidades
cada viajero elige el pan para sus ojos
Cielo nubes conhines abismos cataratas
como un ritmo sagrado inmemorial eterno
desgranan los colores sus espigas
Cercado de aguijones en su mudez
aquel hombre medita, escruta, discrimina
El se ha quedado solo mirándose en su
historia
Desde los márgenes la fealdad asedia
la miseria ha salido de su viejo escondite
Rasgando su vestir su disimulo
Como un sol enfermizo
entra invade golpea
Dilatando de asombro los párpados que
Viajan
Tradición de la orilla
los niños juegan siempre a afectos
presentidos
Sus adioses pendulan com0 señal de
escombro Astas de ofensas son sus cuerpos
Flamean en penas sus harapos
Ay ülcera del alma y del silencio
fatigada tristeza!
Aviva en mí tal vez
la primavera
para mi desamparo planta una flor
y márchate.
